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Proyectar contenidos en un proyector con el iPad es una solución práctica para presentaciones o para ver películas en pantalla grande
Conecta el iPad al proyector mediante un cable
Una conexión por cable entre el iPad y el proyector garantiza una transmisión estable y una alta calidad de imagen. Esto es especialmente importante si quieres proyectar presentaciones o películas largas y quieres asegurarte de que no haya interrupciones.
- Adaptador de Lightning a HDMI: La mayoría de iPads utilizan una conexión Lightning. Utiliza aquí el adaptador de Lightning a HDMI. Asegúrate de que sea un adaptador certificado para evitar incompatibilidades o problemas de imagen.
- Adaptador USB-C a HDMI: Los modelos más nuevos de iPad tienen un puerto USB-C. Aquí puedes utilizar directamente un adaptador de USB-C a HDMI. A continuación, un cable HDMI estándar conecta el adaptador al proyector.
- Ajustes en el proyector: En cuanto se establezca la conexión por cable, cambia el proyector al canal HDMI correspondiente. Muchos modelos reconocen la señal automáticamente, pero puede ser útil seleccionar la fuente manualmente en el menú del proyector.
iPad con conexión al proyector: Inalámbrico con AirPlay
AirPlay ofrece la libertad de utilizar el iPad sin conexión por cable. Esta opción es especialmente práctica para iPads integrados en un entorno WLAN.
- Utilizar Apple TV: Para utilizar AirPlay, conecta el proyector a un Apple TV. El Apple TV se conecta al proyector mediante un cable HDMI y actúa como interfaz para la señal AirPlay.
- Activa AirPlay en el iPad: En tu iPad, desliza el dedo hacia abajo desde la esquina superior derecha para abrir el Centro de Control. Selecciona «Sincronización de pantalla» y, a continuación, el Apple TV en la lista de dispositivos. Si tienes varios dispositivos, asegúrate de seleccionar el Apple TV correcto
- asegúrate de la conexión WLAN: Para que AirPlay funcione, tanto el iPad como el Apple TV deben estar conectados a la misma red WLAN. Una conexión estable es esencial, especialmente para los vídeos, ya que una mala conexión Wi-Fi puede provocar tartamudeos o retrasos.