Si quieres grabar declaraciones por motivos personales o profesionales, puedes grabar llamadas legalmente, pero sólo en determinadas condiciones. Las grabaciones secretas pueden estar penadas por la ley.
Legal o ilegal: ¿está permitido grabar llamadas?
Hay muchas aplicaciones y otras formas de grabar llamadas telefónicas. Con una grabación telefónica, no sólo puedes probar acuerdos más tarde, sino también admisiones.
- Sin embargo, según el artículo 201, apartado 1, del Código Penal (StGB), se trata de un delito. La llamada «palabra no pública» debe tratarse como confidencial. Infringir esta ley suele castigarse con una multa; en casos especialmente graves, se pueden imponer hasta tres años de cárcel.
- En teoría, ya puede ser procesado si permite que otras personas escuchen por el altavoz o un segundo receptor telefónico y la persona al otro lado de la línea no lo sabe.
Grabación de llamadas: No es una prueba válida ante un tribunal
El Tribunal Federal de Justicia ha dictaminado que las llamadas telefónicas grabadas ilegalmente no son admisibles como prueba ante un tribunal. El derecho sobre la palabra hablada está protegido frente a terceros por los artículos 1 y 2 de la Ley Fundamental.
- Así que grabar una conversación no sólo puede acarrearle problemas legales, sino que tampoco sirve como prueba ante un tribunal.
- Esto significa que aunque la información de la llamada telefónica sea conocida por el tribunal, esta información no puede ser utilizada para llegar a un veredicto.
Grabación de llamadas: ¿Cuándo es legal?
Para garantizar la calidad, muchos centros de atención telefónica graban sus llamadas. Sin embargo, antes de que le conecten con un miembro del personal, debe dar su consentimiento inequívoco pulsando la palabra «Sí» o un botón específico del teléfono.
- Si graba una llamada telefónica como particular, también debe hacer constar este consentimiento. Sin embargo, para que la grabación se considere una prueba, es obligatorio que también registre este consentimiento.
- Para asegurarse de que todo es legalmente correcto, primero debe obtener el consentimiento, después iniciar la grabación y, a continuación, obtener de nuevo el consentimiento, mencionando que la persona con la que está hablando ya ha dado su consentimiento antes de la grabación.