Condensación en la ventana: causas y consejos

Si experimenta una condensación frecuente en su ventana, podría estar relacionado con un exceso de humedad. Especialmente si la condensación se produce regularmente en grandes cantidades, el riesgo de que aparezca moho en el piso es alto.

Posibles causas de la condensación en la ventana

Si hay mucha humedad en el piso, se forman gotas de agua en la ventana a primera hora de la mañana, especialmente en los días fríos de invierno.

• La humedad del aire aumenta, especialmente a altas temperaturas ambientales, porque el aire caliente puede almacenar más humedad.
• Si en el exterior reina un clima más fresco, los cristales de las ventanas son frescos. Cuando el aire húmedo entra en contacto con el cristal frío de la ventana, se enfría y el agua se deposita en el cristal.
• El agua de condensación que se deposita en las grietas de los marcos de las ventanas viejas o en las grietas de las paredes, por ejemplo, favorece la aparición de moho.
• Pequeñas cantidades de condensación que se producen ocasionalmente en la ventana, por otro lado, no son problemáticas.

Limpie siempre el agua de condensación

Si descubre condensación en la ventana o en el marco de la ventana, asegúrese de limpiarla.

• Limpie siempre la condensación con un paño seco. Si no lo hace, se formarán gradualmente manchas oscuras en las juntas de silicona. Esto es moho. Ya no se puede quitar tan fácilmente.
• Aerar varias veces al día durante diez o quince minutos. Lo mejor es abrir las ventanas opuestas de la casa para que el aire húmedo salga con la corriente de aire.
• Comprueba la humedad en el piso con un higrómetro. La humedad ideal en los dormitorios, por ejemplo, está entre el 40 y el 60 por ciento. La temperatura ambiente no debe ser superior a 18 o 20 grados.
• Abra las ventanas después de ducharse y cocinar. El vapor debe salir de la casa para no quedarse en ella.
• Si es posible, no cuelgue la ropa en el piso. Si no es posible, ventile lo suficiente mientras la ropa se seca en la habitación.
• Si, a pesar de todo, se acumula demasiada condensación en las ventanas, sustituirlas también puede ser una solución. Las nuevas ventanas son más herméticas y no dejan pasar la humedad al interior.