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Cuando el cobre se oxida, lo lógico es limpiarlo para devolverle su antiguo brillo. Esto es muy fácil de hacer con medios sencillos
Cómo limpiar el cobre oxidado
La limpieza del cobre oxidado requiere ciertas técnicas y materiales para eliminar la pátina y restaurar la superficie original.
- Vinagre y sal: Para limpiar el cobre oxidado puede utilizarse una mezcla de 200 ml de vinagre y 2 cucharadas de sal y un litro de agua. Sumerge un paño suave en la solución y frota suavemente sobre las zonas oxidadas. A continuación, aclare bien el cobre con agua y séquelo.
- Zumo de limón y bicarbonato sódico: Una pasta hecha con zumo de limón y bicarbonato sódico también es adecuada para limpiar el cobre oxidado. Aplique la pasta en las zonas afectadas, déjela actuar unos minutos y luego limpie el cobre con un paño suave. A continuación, aclárelo bien.
- Ketchup: Sorprendentemente, el ketchup también puede utilizarse para limpiar el cobre oxidado. Aplica una fina capa de ketchup sobre el cobre, déjala actuar unos minutos y luego retírala con un paño húmedo. También se puede añadir sal al ketchup para potenciar los efectos.
- Limpiadores profesionales: En las tiendas de bricolaje se pueden comprar limpiadores especiales para cobre, por ejemplo, que son muy eficaces. Sin embargo, también son más caros que los remedios caseros.
Precauciones al limpiar
Antes de empezar a limpiar cobre oxidado, es importante tomar algunas precauciones para evitar dañar el metal.
- Pruebe primero el producto de limpieza en una zona pequeña y poco visible para asegurarse de que no daña el cobre.
- Utilice siempre paños o cepillos suaves para evitar rayar la superficie.
- Aclare bien el cobre con agua después de limpiarlo para eliminar los residuos del producto.
- Secar el cobre con cuidado para evitar marcas de agua y conservar su brillo.