Una tarjeta gráfica externa puede aumentar mucho el rendimiento gráfico de un portátil. Sin embargo, los costes de adquisición son elevados.
Tarjeta gráfica externa en el portátil – requisitos y función
Una tarjeta gráfica externa es una estación de acoplamiento para el procesador gráfico. A veces puede aumentar hasta quince veces el rendimiento gráfico de un portátil. De este modo, se pueden combinar las ventajas de los portátiles y los PC, ya que la flexibilidad y el alto rendimiento se hacen posibles. Sin embargo, la compra sólo merece la pena para fines especiales.
- Para utilizar la tarjeta gráfica externa, es necesaria una carcasa eGPU. Aquí se aloja la tarjeta gráfica. Al comprarla, debes asegurarte de qué tarjetas gráficas encajan, ya que no todas las carcasas son compatibles con todas las tarjetas.
- Siempre cabe esperar pérdidas de rendimiento, en mayor o menor medida según los componentes. Las tarjetas gráficas se conectan a través de interfaces Thunderbolt 3 o 4. Los portátiles más antiguos no tienen interfaces con altas tasas de transferencia, por lo que las pérdidas son particularmente significativas aquí.
- Los elevados precios de la carcasa de la eGPU y de la tarjeta gráfica externa también son una desventaja. Además del portátil, esto suma bastante más que un PC.
Cuándo tiene sentido utilizar una tarjeta gráfica externa
Una tarjeta gráfica externa puede ser especialmente útil si quieres hacer edición de fotos o vídeo, así como modelado 3D, o incluso jugar a juegos que no sean demasiado rápidos, pero no quieres utilizar un PC para ello. Así se ahorra espacio en casa y siempre se puede utilizar el portátil en los desplazamientos si es necesario.
- Para el trabajo normal de oficina, en cambio, una tarjeta gráfica externa es innecesaria, ya que en la mayoría de los casos ni siquiera se aprovecha el rendimiento existente en el portátil.
- Si se dispone del puerto Thunderbolt necesario, una tarjeta gráfica externa puede ser útil para fines especiales como el diseño gráfico.
- Sin embargo, es innecesaria para el uso normal en la oficina. Para los juegos, un PC suele ser más adecuado y rentable debido a su menor latencia.