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Cuando Windows no se inicia, es molesto, pero a menudo se puede solucionar. Mediante un procedimiento sistemático, desde la comprobación del hardware hasta el modo seguro y las opciones de recuperación, puede encontrar la causa y solucionarla.
Windows ya no se inicia: comprobación del hardware
Si su sistema operativo Windows no arranca, puede deberse a varias causas, desde problemas de hardware hasta errores de software. Antes de buscar soluciones de software, debe asegurarse de que el hardware de su ordenador funciona correctamente:
- Compruebe las conexiones: Asegúrese de que todos los cables están conectados correctamente, especialmente el cable de alimentación, el teclado, el ratón y el monitor. Un cable suelto puede impedir que el sistema se inicie.
- Alimentación eléctrica: si el ordenador no se enciende, es posible que la fuente de alimentación esté defectuosa. Compruebe si la toma de corriente funciona conectando otro aparato o utilizando otro cable de alimentación.
- Componentes internos: Abra con cuidado la carcasa de su PC (después de desconectarlo de la red eléctrica) y compruebe si componentes como la memoria RAM y la tarjeta gráfica están bien sujetos. El polvo también puede causar problemas, por lo que debe limpiar con cuidado el interior del ordenador.
Arranque en modo seguro si Windows no arranca correctamente
El modo seguro carga Windows con un mínimo de controladores y servicios, lo que puede ser útil para identificar problemas de software:
- Acceso al modo seguro: en Windows 10 y 11, reinicie el ordenador y pulse repetidamente la tecla F8 durante el proceso de arranque hasta que aparezca el menú «Opciones avanzadas de inicio». Allí seleccione «Modo seguro».
- Solución de problemas en modo seguro: desinstale los programas o controladores instalados recientemente que puedan estar causando conflictos. También es recomendable realizar un análisis antivirus completo para descartar la presencia de malware.
Uso de las opciones de recuperación de Windows
Si el modo seguro no funciona, puede utilizar las siguientes opciones de recuperación:
- Reparación automática: en Windows 10 y 11, reinicie el ordenador e interrumpa el proceso de arranque dos veces seguidas (por ejemplo, apagando el PC durante el arranque). Si Windows detecta problemas en el tercer intento de arranque, cambiará automáticamente a la «Reparación automática». Allí puede acceder a la «Solución de problemas» a través de «Opciones avanzadas» y, a continuación, seleccionar la «Ayuda de arranque».
- Restauración del sistema: a través del punto de restauración: si ha creado previamente un punto de restauración, puede restablecer el sistema a ese estado. Para ello, vaya a «Solución de problemas» ☻ «Opciones de inicio avanzadas» ☻ «Restauración del sistema» y siga las instrucciones.
- Reinstalación de Windows: Antes de reinstalar Windows, debe hacer una copia de seguridad de los datos importantes. Puede hacerlo, por ejemplo, con un Live CD o una memoria USB de arranque.
- Realizar una reinstalación: utilice un medio de instalación (memoria USB o DVD) con la versión de Windows correspondiente. Arranque desde ahí y siga las instrucciones para la reinstalación.