¿Windows 10 o 11 para jugar? Muchos usuarios se hacen esta pregunta. De hecho, hay algunos consejos y trucos para optimizar tu experiencia de juego en Windows 10 o 11 y así aprovechar las mejores características.
¿Cómo optimizo Windows 10 u 11 para jugar?
El desarrollo de videojuegos ha avanzado enormemente en los últimos años. Windows 10 y 11 ofrecen numerosas funciones diseñadas específicamente para mejorar la experiencia de juego. Sin embargo, para aprovechar todo el potencial de estos sistemas operativos, se deben realizar algunas optimizaciones. En este artículo descubrirá cómo puede conseguir la mejor experiencia de juego posible en Windows 10 u 11 con unos simples ajustes en la configuración.
- Para asegurarte de que tu sistema funciona de forma óptima para los juegos, primero debes instalar todas las actualizaciones recientes para Windows 10 u 11. Estas actualizaciones suelen contener parches y mejoras importantes que pueden aumentar el rendimiento y la estabilidad de tu sistema. Además, cierran brechas de seguridad que podrían ser explotadas por software malicioso.
- Un método eficaz para mejorar el rendimiento de los juegos es ajustar las opciones de energía de su PC. Asegúrese de desactivar el modo de ahorro de energía y activar en su lugar el modo de alto rendimiento. Este modo garantiza que su ordenador alcance su máximo rendimiento y no ahorre recursos, lo cual es especialmente ventajoso en el caso de los juegos que consumen muchos recursos.
- Por último, cierre los programas que no necesite en segundo plano mientras juega. Muchas aplicaciones que se ejecutan en segundo plano pueden consumir valiosos recursos de CPU y RAM que podrían utilizarse mejor para su juego. Utilice el Administrador de tareas para identificar y finalizar dichos programas.
¿Qué funciones integradas mejoran el juego en Windows 10 u 11?
Las funciones integradas en Windows 10 u 11 pueden mejorar considerablemente la jugabilidad si se configuran correctamente. Por lo tanto, vale la pena echar un vistazo más de cerca a las herramientas y funciones disponibles y ajustarlas en consecuencia.
- El modo de juego es una función específica de Windows 10 y 11 que se ha desarrollado para mejorar el rendimiento durante el juego. Cuando está activado, el modo de juego prioriza el rendimiento del juego minimizando otros procesos en segundo plano y maximizando los recursos del sistema para el juego en curso. Esto puede dar lugar a velocidades de fotogramas más fluidas y a un juego más estable en general.
- La Xbox Game Bar ofrece a los jugadores una gran variedad de herramientas prácticas directamente en el juego. Con ella puedes hacer capturas de pantalla, grabar vídeos e incluso retransmitir en directo sin interrumpir el juego. Además, ofrece widgets de rendimiento que te ayudan a supervisar la utilización de la CPU, la GPU y la RAM en tiempo real, de modo que puedes detectar los cuellos de botella al instante.
- DirectX 12 Ultimate es otra de las novedades para los jugadores, disponible tanto en Windows 10 como en Windows 11. Esta API ofrece mejores efectos gráficos y un mayor rendimiento al utilizar funciones de hardware como el trazado de rayos y el sombreado de velocidad variable. Asegúrate de que tus juegos son compatibles con DirectX 12 para poder disfrutar de estas ventajas.
- Para los juegos multijugador, Windows 10 y 11 ofrecen soporte para la función de red de baja latencia. Esta configuración reduce el retraso en los juegos en línea al optimizar la conexión de red. Active esta opción para disfrutar de una jugabilidad más receptiva, especialmente en juegos competitivos.