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Una vez que una persona fallece, suele dejar no sólo un legado material, sino también un legado digital que es necesario gestionar.
Estas cosas componen el legado digital
La herencia digital se refiere a todo lo que la persona fallecida deja en términos de cuentas, datos electrónicos y contratos, así como activos digitales.
- Incluye tanto los rastros virtuales de la persona fallecida en internet como el hardware, como el smartphone, el portátil o el ordenador.
- El beneficiario de la herencia también recibe todos los derechos y obligaciones relacionados con el uso de los sistemas informáticos utilizados.
- En una herencia digital se distingue entre activos inmateriales y financieros. Los primeros se refieren a cuentas en sitios web o perfiles en redes sociales, por ejemplo. El valor financiero incluye, por ejemplo, audiolibros en Audible o películas compradas en Amazon Prime.
- La herencia digital también incluye cuentas de correo electrónico, cuentas en tiendas online, cuentas bancarias online, dinero virtual como Bitcoins o PayPal, cuentas en servicios de streaming, licencias de software, cuentas de juegos o hardware.
Sucesiones y administración de patrimonios
Al igual que ocurre con la herencia material, todo el patrimonio digital pasa al heredero legítimo.
- Con la herencia, el heredero recibe también todos los derechos y obligaciones que le legó el testador.
- Si la herencia digital incluye contratos online, el heredero celebra el contrato en lugar del fallecido.
- El heredero puede decidir qué hacer con la herencia digital.
- Si hay varios herederos a la vez, se habla de una comunidad de herederos. Ésta debe decidir conjuntamente lo que ha de suceder con la herencia.
- Es posible, por ejemplo, hacer pagar o transferir a otra cuenta los saldos acreedores existentes, recibir información sobre las órdenes permanentes y rescindir cuentas y contratos.
